“Susurro en el coma: Mi último adiós” es una obra profundamente personal y emotiva que surge del abismo del dolor, cuando la autora, Nunchy, se encontró atrapada en un silencio devastador. Incapaz de llorar, gritar o desahogar su angustia, el sufrimiento la envolvía de tal manera que la llevó al borde del colapso. En su búsqueda de consuelo, encontró en la escritura una manera de liberar aquello que no podía expresar en lágrimas, un refugio donde sus palabras podían dar forma a su desbordante dolor.
El relato gira en torno a las últimas conversaciones que Nunchy tuvo con su hija, María Camila, mientras esta se encontraba en coma en un hospital. A través de esos momentos, la madre trataba desesperadamente de mantenerla conectada a la vida, compartiendo con ella las historias de su propia infancia, los momentos felices y los más oscuros, como si el acto de recordar juntas pudiera detener lo inevitable. Esas conversaciones se convirtieron en una oportunidad para transmitirle todo aquello que una madre hubiera compartido con su hija a lo largo de los años que desafortunadamente, ya no vivirían juntas.
Sin embargo, la devastación emocional no terminó con la muerte de su hija. La autora también narra el impacto de la pérdida de su madre, una tragedia que, aunque dolorosa, fue experimentada de una manera distinta.